Agüeybaná se estima que pudo nacer en 1470 y fue cacique principal de la isla Borinquen, hoy Puerto Rico y tuvo un primer contacto cuando los españoles cuando estos llegaron el 19 de noviembre de 1493.

Agüeybaná, significa en taíno “El gran sol”, y fue un cacique que tuvo el dominio de la zona sur de la isla, en los alrededores del río Guayanilla.

Cuando Juan Ponce de León arribó por primera vez a la isla en 1508, le recibió amigablemente creyendo que los españoles eran dioses.


Según una tradición taína, Agüeybaná practicaba el "guatiao", ritual taíno en el que él y Ponce de León, tras establecer su amistad, se intercambiaron nombres. Ponce de León también bautizó a la madre del cacique al cristianismo y le cambió el nombre a Inés.

El cacique facilitó guias a Ponce de León en la exploración de la isla y después le siguió a La Española, que hoy la componen las naciones de la República Dominicana y Haití, donde le recibió el gobernador Nicolás de Ovando. Agüeybaná ayudó a mantener la paz entre taínos y españoles.

Pactó con Ponce de León que si se reconocía su autoridad, ofrecía lealtad a la Corona de Castilla para vivir en paz, aunque los taínos pronto sufrieron abusos de la soldadesca y colonos siendo obligados a trabajar en las minas, en fincas y en la construcción de fuertes como esclavos. Muchos murieron por el trato cruel que recibieron.

Tras su muerte, su hermano, Agüeybaná II, se convirtió en el cacique más poderoso de la isla y decide atacar a los españoles. Convocó una asamblea de jefes nativos en 1511 en la que propuso rebelarse, aunque la mayoría no se atrebió al considerar a los conquistadores dioses inmortales. Para convencerlos ordenó ahogar al soldado Diego Salcedo y días después, cuando el olor del cadáver era insoportable y los gusanos habían desfigurado su rostro, les demostró que los españoles no eran inmortales.


Así convenció a los nativos de la vulnerabilidad de los europeos dando inicio a la rebelión. Semanas después el cacique y sus tropas fueron vencidos por los soldados de Ponce de León en la batalla de Yagüecas.

Muchos abandonaron la isla, otros fueron forzados a trabajar como esclavos y otros tantos sucumbieron a la epidemia de viruela de 1519.


*buscabiografias.com

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